El sábado pasado los Renegados del MTB decidimos de hacer una ruta que pensábamos que era algo durilla, convirtiéndose en una titánica escalada a 1374 metros, con un nivel acumulado de 1690 metros en tan solo 51 Km, os explico.............. (pinchar en m´s información)
Fuimos con nuestros vehículos hasta la Urbanización la quinta, concretamente aparcamos en el Parking ubicado junto a la Urbanización Parquesa, una vez montadas nuestras bicicletas y haber revisado que el montaje fue correcto, nos dirigimos rumbo a nuestra ruta elegida lindando por el campo de prácticas de la Quinta.
Como es de responsabilidad, algo que hemos adquirido recientemente, fuimos pedaleando apaciblemente por el asfalta, manteniendo unas tranquilas charlas entre amigos, unos cuantos chistes por aquí, otras bromas por allá, mira que casas más guapas,killo que chula está nuestras equipaciones, etc etc...... Muy bien todo correcto.
Todo esto cambió cuando empezamos a cruzar el río Guadaiza, lugar donde empezó a gobernar el silencio, y predominar las risas por el sonido de los pulsómetros y la expiración, pues se trataba de una buena y larga subida de 750 metros con una ascendencia de pasaba de los 93 metros a 201,8 m, que todavía nos había pillado en frío, cosa que agradecimos pues entramos en calor gracias a este cuestón.
Tras este cambio de nivel todo lo demás era fácilmente dominable, los Renegados del MTB avanzaban por estos terrenos con una facilidad desmesurada. Pasamos junto a la casa fuensequilla pra luego dejar a una lado el Meliche. Nuestro cámara subía de arriba a abajo, incluso nos vigilaba desde altas sendas para grabar nuestro rodante paso por estos paisajes.
Hicimos nuestra primera parada en la fuentecilla que se encuentra justo antes del puerto de la Refriega, lugar donde aprovechamos para rellenar nuestras provisiones y poder coger algo de fuerzas, y como no hacernos unas fotos de rigor para no perder las buenas y viejas costumbres de este grupo.
A partir de aquí es donde empezó verdaderamente la acción, fuimos hacia el puerto de la refriega, allí nos encontramos a un biker autóctono de la zona, aprovechamos para preguntarle por plaza de armas; con esta pregunta este nos miró a todos diciéndonos que estábamos locos y explicándonos la gran dificultad de esa ruta, además de decirnos que muy pocos han subido hacia arriba, esas palabras nos sirvió como si de un entrenador de un equipo de rugby se tratara para estimular a sus jugadores para poder machacar al rival; pues bien, plaza de armas había pasado a ser nuestro rival, pues nos encantan los retos.
Nada más pasar la cadena, pudimos observar como la pista se convertía en una multitud de piedras, la cosa no pintaba bien pues nuestro carril-pedia (Félix) nos señaló con su dedo índice hacia el cielo, donde allí se encontraba el pico de sierra Real, llamado plaza de armas, os explicaré con todo detalle esta trayectoria, pues no tenía desperdicio, allí entendí porque muy pocos han llegado allí arriba:
Todo empezó con un increíble desnivel que hacía que todo relación de marcha fuera poca frente a este, a parte las piedras hacían que nuestras ruedas delanteras bailaran de izquierda a derecha, provocando que nos tuviéramos que bajar en ciertos tramos para luego subirnos de nuevo a nuestras monturas. Ángel, Moisés y Félix no se dejaron dominar subiendo para arriba sin mirar hacia atrás como buenos Renegados del MTB, Juan Carlos y Alex frenaron toda la potencia que habían llevado durante la ruta para tomarse esto con calma, Raúl y Miguel los acompañaba, quedando Gil y Alberto detrás de ellos.
Cada vez que llegábamos a un cambio de rasante pensábamos que a partir de ahí empezaría a ser más llano, siendo todo lo contrario, incrementándose más este increíble desnivel, el cielo cada vez se oscurecía más, cada vez escuchábamos más la dificultoso respiración de nuestros compañeros, empezándoles a faltar ya el aire. Nuestras barbillas rozaban los manillares, los quejidos se repetían continuamente, las paradas y vuelta a montar por las piedras castigaban nuestras piernas con la sensación de tener las piernas presurizadas.
No me lo podía creer para colmó empezó a llovernos, la temperatura del ambiente era de 8º y bajando, nuestras cubiertas empezaban a escupirnos barro para desgracia nuestra, nuestras bicicletas se volvían más pesadas, las ganas de volvernos no cesaban, llegando incluso a planteárnoslo en algunas ocasiones, nuestras caras mostraban el más claro reflejo de la palabra llamada sufrimiento, las gotas de agua empapaban nuestras equipaciones cayendo regueros de agua que guiaban el sudor hacia los labios dándonos un sabor salado; alcé la cabeza y mi mente me hizo ver que la flora del lugar sudaba en vez de gotear agua hasta que por fin pudimos visualizar a nuestros escaladores Moisés, Ángel y Félix, los cuales nos estaban animando para llegar por fin hasta la misma plaza de armas donde llegamos exhaustos y sin aliento, he ahí donde nos desenganchamos de nuestros pedales para poder felicitar a estos por tal tirón y poder hacernos unas fotos, nos comimos todo lo que llevábamos encima y nos bajamos rápidamente pues estábamos empezando a tiritar de frío, dado que la temperatura allí arriba era de 5,5º bajo la lluvia y el viento.
Amigos, estás son mis más sinceras palabras para describir este tramo, pues ha sido hasta el momento el más duro hecho por los renegados del MTB, los cuales hemos ido buscando las más exigentes rutas del lugar y alrededores, llegar a plaza de armas es toda una proeza digna de contar.
Que decir que la bajada fue tan dura como la subida, pues las piedras y el frío hacían que no sintiéramos las manos, que hasta las mejores suspensiones parecían que se negaran a amortiguar tal abrupto terreno, una vez que volvimos a la cadena paramos para refugiarnos algunos de nosotros bajo los pinos, donde volvimos a recuperar nuestro humor para bromear con los compañeros y poder esperar a Alberto y su padre.
Una vez llegados ellos dos, volvimos por el puerto de la refriega para luego ir hacia el castaño santo, o mejor dicho el Castañazo Santo, pues bajábamos como motos hasta que pasando la fuentecilla nuestro compañeros Féliz pasó tumbando a modo de Moto Gp, claro se trataba este tramo de piedra humeda, por lo que la hostia fue menuda; por suerte no le pasó nada, pues nuestro compañero ha sido curtido en los montes, dedicando su trabajo por estos parajes, de ahí tal resistencia a estos terrenos.
Dada la hora, algunos se despidieron en el desvío al Castaño Santo puesto que tenían planes con la familia, quedándose Moisés, Raúl, Juan Carlos y Alex, otro que se daría el castañazo Santo, este fue siguiendo a Raúl el triatlero que bajaba por los senderos hacia el castaño como Pedro por su casa, hasta que a Alex se le bloqueó la rueda de adelante haciendo una voltereta por el aire y callendo de espaldas encima de unas zarzas, la rueda de atrás rozó la barbilla de nuestro compañero Juan Carlos ( Action man Junior), fue una galleta de película, este se reía de si mismo pues había flipado con el mortal hacia adelante, provocando las risas de los demás renegados.
Por fin llegamos al castaño Santo, lugar donde nos hicimos unas cuantas fotografías y poder admirar este increíble y milenario árbol que tantas historias y sucesos ha vivido.
Visto el Castaño, volvimos a subir hasta el cruce para luego seguir bajando como misiles para llegar por fin hasta el aparcamiento para poder irnos a descansar por fin.
Renegados, doy la más sincera enhorabuena y bienvenida a nuestro compañero Moisés (cubeman), quien nos ha mostrado su espíritu luchador que tanto buscamos y queremos con nosotros y que se ha portado como un verdadero campeón pasando por esta prueba de fuego.
Bien Hecho renegados, esta ruta quedará guardada y firmada en nuestro cuaderno de batallas y superaciones.
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